Para ayudar a cuidar los bolsillos en este tiempo de inflación y además detener el desperdicio de alimentos, una cadena de supermercados está empezando a vender lo que llaman la fruta y verdura imperfecta, pero de buena calidad. Se trata de aquellos alimentos que estéticamente no llaman la atención, pero que cumplen con los requisitos necesarios para su consumo. Lo mismo se vive también en las ferias, ya que cuando están a punto de cerrar, se rematan los alimentos que son tal vez más feos o que la gente lo eligió, pero que son igual de sabrosos.