En una entrevista, el tenista nacional descartó que haya pensado en el retiro una vez conocida su sanción por doping. "Si este año lo termino en el Top 100 sería increíble", agregó el actual 327° del ranking.
Luego de una buena participación en el circuito Challenger, donde obtuvo un título y llegó a la final en otro torneo, Nicolás Jarry quiere seguir escalando para volver a los torneos más importantes del circuito ATP.
El chileno, que alcanzó el puesto 38 del mundo tras su primer título en Båstad a mediados de 2019, fue sancionado por doping a principios del 2020, sanción que lo hizo desaparecer del ránking y replantearse su futuro, debido a lo complejo de la situación.
“Para cualquier persona ir avanzando da satisfacción. Jugué muy buen tenis estas semanas y en algunos partidos que no jugué muy bien, igual los saqué adelante. Sé que no significa que estoy listo, que de aquí en adelante todo serán flores. Queda mucho trabajo y mucha paciencia", comentó en entrevista con AS Chile.
Lee también: Camino a Qatar 2022: La Roja ya tiene programación para los duelos clasificatorios ante Argentina y BoliviaGracias a sus últimas buenas presentaciones, el tenista chileno alcanzó esta semana el puesto 327° en el ranking ATP, lo que le permitirá entrar de manera más cómoda a los diversos Challengers.
“Mi meta número uno es mejorar el ranking que tuve, pero eso me tardó varios años, entonces no puedo pretender hacerlo en uno. La primera meta era estar dentro de los 350, lo que te permite jugar Challengers, ser más competitivo y sumar puntos de verdad. Si este año lo termino en el Top 100 sería increíble. Lo veo difícil, pero no imposible”, relató con confianza el nacional.
En este marco, Jarry descartó que una vez conocida la sanción haya pensado en el retiro, pero sí admitió que “fueron meses difíciles y no sabíamos cómo había salido todo esto, pero al final lo tomé como algo del destino que necesitaba”.
Lee también: Tumbó al gigante: Garín le ganó al 3 del mundo y avanzó a cuartos en el Masters 1000 de Madrid“El pensar qué voy a hacer, tengo que partir de nuevo y eso no es fácil. Traté de tomar lo malo y convertirlo en algo bueno. Tuve la paciencia de trabajar nueves meses pensando en objetivo grandes, pero sintiendo a veces que trabajaba por cero, porque no había competencia, no había resultados”, finalizó.