Hay mujeres que deberían estar felices y esperanzadas frente a lo que viene, pero están sufriendo por la pandemia. Son las que están a punto de ser mamás por primera vez y que han tenido que enfrentar la suspensión de sus citas médicas.
Francisca Faúndez tiene ocho meses de embarazo y se pudo hacer apenas una ecografía. Será mamá por primera vez y desde que la pandemia aterrizó en marzo en Chile no ha podido tener más controles ni ver cómo crece su pequeño Sebastián.
Sólo consultas por WhatsApp o teléfono en caso de dudas, son los mecanismos mediante los cuales Francisca se puede contactar con los especialistas. Hasta la fecha aún no sabe cómo será su parto.
“En la clínica donde me atiendo suspendieron todo, no había horas médicas, no había horas de ecografía, no había control, no había nada. Sólo me informaban por teléfono que tenía esperar y sólo en caso de urgencia ir”, relata a CHV Noticias.
Por el tamaño del bebé, le dijeron que era probable que fuera cesárea, "pero por el momento la clínica tampoco está programando ni cesáreas ni partos inducidos. Es compleja la situación porque va a llegar el momento, tengo que ir a la clinica y ahí vamos a saber si es normal o cesárea”, afirma.
La misma incertidumbre de Francisca también está afectando a decenas de mamás primerizas que darán a luz este año. Natalia Rossi tiene ocho ocho meses y medio de embarazo y también está molesta.
“Una elige un médico que te acompañe en todo el proceso y ahora te dicen que es con sistema de turno, o sea tu médico no va a estar al llamado el día que comiencen las contracciones. Pero una si elige un médico hubiese querido que fuese su mismo médico el que atendiera su parto”, reclama.
Lee también: Embarazada estaba en coma inducido por coronavirus y cuando despertó había dado a luzLos cambios en los protocolos producen angustia en muchas de las parejas que se sienten poco acompañadas en este proceso. Hace más de un mes y medio que Natalia no puede ver a su familia y sólo ha podido transmitirles el proceso a través de una pantalla.
Admite que en esta última etapa lo ha pasado mal: "he estado súper angustiada, la incertidumbre te va matando un poco. A mi guagua no sé cuándo la van a conocer porque no pueden ir a la clínica”.
La problemática que se agudiza si la mujer tiene menos semanas de embarazo y se atiende en el sistema público.
Vania Valenzuela tiene 21 años de edad y siete meses de embarazo. Todos sus controles fueron suspendidos hasta que cumpla las 37 semanas y por mientras sólo puede hacer consultas telefónicas. Gracias a unos exámenes agendados se enteró de que tenía que tomar unos medicamentos para una infección y así no complicar el embarazo.
“Ha sido súper estresante. He estado muy ansiosa con todo lo que implica el embarazo, los controles. ¿Qué pasa si mi bebé no está bien? No tienen cómo saberlo a través de una llamada telefónica", señala.
El Colegio de Matronas critica precisamente la situación que están viviendo las embarazadas desde que llegó el coronavirus. Su presidenta, Anita Román, afirma que "existe un protocolo de atención primaria donde no hay una sola palabra que diga qué hay que hacer con las gestantes en esta pandemia”.