El documento fue elaborado por el rector de la Universidad Católica en conjunto con profesionales de distintos sectores ante la solicitud de la Mesa Social COVID-19. También hace énfasis en la importancia de cuidar por sobre curar.
Expertos de bioética y ética clínica del Colegio Médico, y profesionales de distintas universidades, contribuyeron a la creación de un protocolo ético para que los médicos sepan a qué pacientes priorizar cuando escaseen los respiradores mecánicos.
El documento fue solicitado por la Mesa Social COVID-19 al rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, y apunta a garantizar una muerte digna y entregar contención emocional a los equipos sanitarios, la denominada "primera línea" de la salud.
El protocolo establece que "es importante el concepto de 'cuidar' antes y por sobre la finalidad de 'curar'". Para entregar un tratamiento médico se deben tomar en cuenta las condiciones de base previas, "lo que entra dentro del análisis de la valoración de las posibilidades de recuperación de cada paciente".
"Si bien los adultos mayores son una población de mayor riesgo, la edad por sí sola no es un factor que permita tomar conductas, ya que dependerá de la situación clínica general del paciente", señala.
En esa misma línea, destaca que "utilizar todos los medios disponibles no significa realizar un 'ensañamiento terapéutico' cuando los pacientes no requieren un tratamiento o una terapia invasiva debido al pronóstico de la enfermedad o a sus patologías de base".
Lee también: Expertos dicen que no estamos haciendo lo suficiente para no tocarnos la cara y es vitalEl protocolo también indica que el ingreso de pacientes a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) "va a requerir una evaluación clínica periódica y constante de la situación clínica de cada uno de los enfermos". Por lo mismo, resalta la importancia de los Comités de Ética al interior de cada hospital.
"Los factores de riesgo del paciente, las enfermedades crónicas de base, su edad y su pronóstico de recuperación serán los factores por considerar para definir los esfuerzos terapéuticos y el apoyo tecnológico a aportar a cada paciente", apunta el documento.
En los casos de pacientes con severas condiciones y enfermedades de base, y en pacientes terminales, las medidas paliativas, el acompañamiento psicológico y espiritual son considerados claves en "la evolución hacia una muerte digna y en compañía de sus familiares y seres queridos".
Por otro lado, el protocolo enfatiza en la importancia de proteger al personal de salud incluyendo apoyo de tipo psicológico y emocional, "ya que es muy necesario evitar el agotamiento físico y mental, situación conocida y que puede presentarse dentro de la evolución de estas pandemias".
"Hay que recordar que todos estos profesionales tienen familiares a quienes temen contagiar, los cuales están en permanente riesgo de adquirir el virus. Se insiste en que las responsabilidades deben ser compartidas en términos del autocuidado de los profesionales de la salud. Por otra parte, es muy importante cuidar al personal de salud en los ritos y en el respeto a la ocurrencia de situaciones que involucren a pacientes muy graves, fallecidos y otras situaciones que pueden significar gran dolor y duelo en las familias", agrega.