Prolongación del periodo que se extiende entre el inicio de los síntomas y la confirmación del COVID-19 positivo impide un correcto aislamiento de los casos sospechosos e instala dudas sobre la actualización de los datos con que se evalúa la estrategia sanitaria.
A cien días de iniciada la pandemia en Chile y superando ya los 148 mil contagiados, el informe “Evolución de los tiempos de acceso al sistema de salud entre semanas epidemiológicas”, elaborado académicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad, muestra un alza en los tiempos de espera de confirmación de casos COVID-19 y diferencias claras entre usuarios de Fonasa e Isapre.
En términos generales, el tiempo entre el inicio de síntomas y la confirmación de un caso por coronavirus ha tendido al alza en las últimas cuatro semanas, es decir, el mes de mayo. Los resultados permiten concluir que este tiempo mayor para sujetos con previsión Fonasa, respecto a aquellos con cobertura Isapre.
Así, por ejemplo, en la última semana reportada (25-31 de mayo), individuos con Fondo Nacional de Salud esperan en promedio 4,5 días desde la toma del examen, mientras que aquellos con Instituciones de Salud Previsional (Isapres) lo hacen por cerca de 3 días. Es decir, la tendencia al alza en los tiempos de espera es para los usuarios de Fonasa, ya que para los individuos con cobertura Isapre ha tendido a disminuir la espera de consulta desde el inicio del estudio.
Lee también: ¿Qué hago si estoy en Fonasa y necesito atención médica por coronavirus?“Esto se ve agravado por la necesidad de una licencia para quedarse en casa. Para la espera de exámenes se da una licencia de cuatro días, pero si el examen se demora, las personas deben volver a buscar una licencia. Saber que se tiene la enfermedad mejora el cumplimiento de la cuarentena”, explica Soledad Martínez, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, ya que solo con una PCR+ se puede tener acceso a una licencia por 14 días.
Así, al aumento de los tiempos de espera para confirmar el diagnóstico implica un mayor riesgo de que sigan contagiando a otras personas. “Esto perpetúa la cadena de transmisión y puede ser uno de los principales puntos en los que la estrategia está fallando”, señala el texto, agregando que “las cifras de casos activos publicadas por la autoridad no están capturando adecuadamente la masa de población infectante.”.
“El éxito de la estrategia de contención de la pandemia depende en este momento casi exclusivamente de la posibilidad de aislar a casos y contactos. Todas las otra medidas ayudan, pero esta es la única que nos puede ayudar a salir de esto”, explica la doctora Martínez.
Lee también: Desde el examen hasta una hospitalización completa: Cuánto puede llegar a costar contagiarse de COVID-19De este modo, producto del alza de tiempos de espera es posible que las cifras de contagio oficiales tengan un mayor sesgo, dado el incremento en los retrasos entre síntomas y confirmación, y que casi un tercio de las personas están siendo confirmados después de 14 días de iniciados sus síntomas, cuando el Gobierno ya no las considera como casos activos.
“Esto es particularmente preocupante si la información es utilizada para decisiones estratégicas, como implementar o no una cuarentena en una determinada zona”, consigna el informe.
El reporte “Evolución de los tiempos de acceso al sistema de salud entre semanas epidemiológicas” empleó metodologías de análisis multinivel sobre la base de datos del Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas COVID-19 en Chile (MOVID-19), un esfuerzo colaborativo entre la Universidad de Chile, el Colegio Médico de Chile y otras instituciones académicas, tales como la Universidad Diego Portales, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad San Sebastián y la Universidad Central.