El estudio consultó a 300 empresas de diferentes rubros y comparó el impacto de la actual crisis sanitaria con el efecto que tuvo en el sector el estallido social.
El estudio cuantitativo se realizó a nivel nacional en sectores agrícola, industria, comercio, minería, construcción y finanzas, mediante encuestas telefónicas sobre una muestra de 300 casos de Pymes.
Si bien las empresas anticipan que el impacto del coronavirus puede ser similar a los que generó el estallido, incide en su evaluación la situación en que muchas de ellas quedaron durante el final del año pasado.
Lee también: Los avances y materias pendientes: Radiografía a las pymes en el Día Nacional del EmprendimientoPor ejemplo, el 81% de los encuestados asegura que tuvo caídas en sus ventas entre octubre de 2019 a febrero de 2020. Hacia el futuro y como resultado del COVID-19, el 82% de los encuestados estima que verá una merma en la comercialización de sus productos o servicios.
Para explicar la comparación del impacto de estos dos episodios en las Pymes la subdirectora de políticas públicas de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst, aclara que “pese a que hay causas distintas de lo que sucede, el impacto en términos de producción, de ventas y de demanda, es comparable porque hubo un freno abrupto en las actividades”.
Otro dato que emana del estudio indica que un 50% asegura que enfrentó mayor costo en sus insumos durante la crisis social, mientras que un 51% proyecta lo mismo para los próximos meses a causa del virus. El 40% de las Pymes también prevé problemas de abastecimiento a futuro, lo que contrasta con el 34% que enfrentó esta situación durante los 5 meses del estallido social. Un 23% prevé dificultades para importar bienes, versus el 27% que vivió este problema post estallido.
Sobre los efectos directos de la pandemia en este sector de la economía, un 18% de los consultados cree muy probable que deba cerrar su negocio, un 20% lo estima probable y un 17% asume que eventualmente es algo posible. Mientras que un 38% lo considera poco probable, un 7% no sabe o no responde. En total, un 55% de los encuestados cree que tendrá que cerrar como resultado de la pandemia durante los próximos meses.
“Lo que se vive es similar a lo de la crisis social, pero podría ser más drástico aún, porque puede ser más extendido. En lo primero vimos fuertes caídas en octubre y luego noviembre. El efecto de marzo fue similar a octubre, pero lo que viene respecto de abril y mayo, nos pone en un contexto de un segundo trimestre de fuertes caídas”, anticipa Bernardita Silva, gerente de estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
Lee también: Avianca es la primera aerolínea latinoamericana en declararse en quiebra tras reducir tráfico por COVID-19Aunque los índices no sean los más positivos y aunque en muchos aspectos sean similares entre crisis, hay también variables que diferencian una situación de otra. Por ejemplo, un 32% aseguró que no pudo abrir sus empresas o negocios a causa de la violencia generada durante las movilizaciones sociales, mientras que sólo un 11% prevé que esto ocurrirá en los próximos meses debido al coronavirus. Así mismo, un 20% dice que fue víctima de algún tipo de saqueo, mientras que sólo un 1% cree que podría suceder en el contexto de la pandemia.
“Si bien entendemos que los orígenes son distintos y que hay aspectos como la violencia o los saqueos más vinculados a una crisis que a otra. El no poder abrir por el miedo al saqueo es similar a tener cerrado porque las medidas de la autoridad sanitaria así lo ordenan. Al final el impacto en términos de venta es parecido, pero hay variables que tienen que ver más con cada ocasión”, explica Bettina Horst de Libertad y Desarrollo.
El testeo también abordó la posibilidad de que algunas Pymes deban cerrar sus puertas a causa de la crisis: negocio (6%), oficinas (9%), sucursales de ventas (11%), plantas productivas (5%) y despedir personal (24%). Pero pese a esto, cerca de un 40% asegura que no cerrará e incluso, hay varios que ya se adaptan a la actual situación.
Así lo hicieron en la tienda Mundo Rural de Santiago, quienes venden productos de cosmética, artesanía y alimentos. “Aunque en cantidad de días tuvimos más días cerrados para el estallido, el tener que atender gente por la pandemia es más complicado aún. Pese a que tomamos todas las medidas sanitarias en las tiendas, es notoria la baja de público que tenemos. Tuvimos que adaptarnos al modo delivery y la verdad, las proyecciones para los próximos meses son peores que el año pasado”, comenta Constanza Santander a nombre de la empresa.:
Lee también: Amplían horario de despacho a domicilio de comida y medicamentos: Ahora se puede hasta las 00:00Pese a que el estallido social provocó grandes estragos en el bolsillo de muchas Pymes, de alguna manera las preparó para adaptarse a nuevos formatos que hoy pueden estar ayudando a sobrellevar la nueva crisis. Eso sí, para el ex economista del Banco Mundial, Bernardo Javalquinto, ya en octubre quedó demostrado lo poco preparados que estábamos para este tipo de escenarios. La pandemia solo empeoró las cosas.
"El Estado no estaba preparado para una crisis social que durará tanto tiempo y tampoco estamos preparados en ninguno de los sectores tanto como privado y público en enfrentar la pandemia que llegó. Y hemos ido experimentando distintas fórmulas que no están llevando un buen resultado. El estado debe aplicar de manera rigurosa, políticas fiscales de gran medida e invertir mucho dinero sino el impacto sería terrible”, advierte Javalquinto, académico de la Universidad Central.