La institución dispone de un protocolo de acción para abordar situaciones relacionadas al COVID-19 que involucren a adultos mayores, personas con alguna discapacidad mental o en situación de calle. La pandemia los obligó a redestinar presupuesto y anticipan millonario déficit.
En 2019, el Hogar de Cristo atendió a 32.903 personas de extrema vulnerabilidad y pobreza. Estiman que este año, producto del coronavirus, dicha cifra podría ser mayor por lo cual adelantaron la puesta en marcha del Plan Invierno
"Anualmente más de 15 mil personas pasan por nuestras hospederías, este año ese número podría aumentar pensando en el efecto económico que la pandemia pudiera generar, pérdidas de trabajo y situaciones de precariedad, lo que genera que más personas se encuentren en situación de calle " afirma, María Isabel Robles, directora técnica nacional del Hogar de Cristo.
Leer también: Ministerio de la Mujer lanza WhatsApp para víctimas y testigos de violencia de género en cuarentenaLa institución realiza lo que llaman el “Programa de Ruta Calle”, donde voluntarios guiados por un monitor, asisten en las noches a personas que viven a la intemperie, a quienes apoyan con ropa, abrigo y alimentos, iniciativa que está funcionando, pero falta más apoyo.
Debido a la actual contingencia, el foco está puesto esta vez en repartir kits de higiene con alcohol gel, mascarillas y en dar indicaciones de conducta promoviendo el autocuidado para que las personas eviten el contagio.
El otro foco de atención son las personas en situación de calle que llegan diariamente a pasar la noche en las hospederías. En este caso, el mayor riesgo es que se genere un foco de contagio en alguno de estos recintos. Para evitarlo, en 38 de los 42 con que cuentan, se está haciendo una cuarentena voluntaria preventiva, lo que permite resguardar a unas mil 200 personas y disminuye el riesgo de COVID-19. Las hospederías se reforzaron para que funcionen las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
"Hemos tenido una buena acogida y buen resultado por parte de los participantes, en ocasiones ha sido un trabajo complejo porque algunos de ellos tenían antecedentes de consumo problemático y se han presentado situaciones que tienen que ver con temas de abstinencia", explica María Isabel Robles.
Se suspendieron las actividades grupales, como talleres y asambleas. En caso de personas que presenten algún síntoma relacionado al COVID-19, se dispone de un espacio de aislamiento hasta que sean atendidos por personal de salud.
"Hemos tenido confirmaciones de COVID-19 positivo de personas en situación de calle que han participado en nuestros programas. En estos casos se aplica el protocolo de la autoridad sanitaria de manera rigurosa para poder cuidar a los equipos y no generar focos de contagio", aclara la directora técnica nacional de la institución.
Leer también: Coronavirus: Todas las medidas que están activas hoy en ChileCuando existe la sospecha de un contagio se aplica el aislamiento y la cuarentena correspondiente, tanto al personal como a los residentes hasta que se confirme o descarte la presencia de la enfermedad y se levanta la alerta a la autoridad sanitaria que corresponda.
"En este caso, el 100% de las personas mayores con las que nosotros trabajamos están inscritos en los consultorios o Cesfam del territorio al cual pertenecen, por lo tanto, la primera indicación es que a través del fono salud se da la alerta, ellos evalúan y generan los protocolos necesarios", aclara la directora.
Cuando se confirma un caso de contagio, se despliegan los protocolos dispuestos por el Ministerio de Salud (Minsal) para la cuarentena del equipo de trabajo y los demás usuarios. De ser necesario, se establecerá coordinación para apoyo con voluntariado, como Cruz Roja u otros.
"Hemos tenido algunas alertas, una confirmación en el caso de personas mayores, dos confirmaciones en caso de personas con discapacidad mental y otras que han sido descartadas. Esto en el caso de los programas de atención domiciliaria. En el caso de las residencias hemos tenido sospechas, pero han sido descartadas", señala.
El Hogar de Cristo tiene una relación directa y estrecha con la población más vulnerable al coronavirus, los adultos mayores. Actualmente, la fundación atiende a 3.350 personas de edad avanzada en todo Chile a quienes brinda servicios residenciales, domiciliarios y ambulatorios. Los protocolos para evitar el contagio de COVID-19 son los siguientes:
Para las residencias, que acogen a 716 adultos mayores distribuidos en 13 establecimientos a lo largo de Chile, las medidas preventivas consideran un estricto control de ingreso, que consiste en la toma de temperatura de todos los que entran a la residencia.
María Isabel Robles sostiene que "se ha sugerido, en la medida de lo posible, ir separando a los residentes por sectores, aquellos que tengan mayor fragilidad, por un lado, las personas que tienen mayor nivel de autonomía en otro. Esto permite administrar mejor los elementos de prevención y protección".
Se suspendieron las actividades que implican contacto con grupos de personas, por ejemplo, talleres y salidas a terreno y se priorizan los contactos telefónicos y por otros medios tecnológicos con familiares por sobre las visitas presenciales.
Lee también: “Se requiere una respuesta del gobierno central”: Servicio Jesuita Migrante pide solución por 400 bolivianos varadosHace un par de días recibieron la donación de 760 litros de amonio cuaternario con nanopartículas de cobre entregados por el Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Nanociencia, Aintech. Con esto se ha podido cubrir 74 recintos residenciales y abarcar una superficie de 60 mil metros cuadrados.
"Nos alegra y entusiasma que, en esta emergencia, el cobre esté también al servicio de las necesidades de protección de los más pobres y vulnerables. Esta donación que nos hace Aintech contribuirá a prevenir los riesgos de contagio en todas nuestras hospederías y programas residenciales, que albergan a personas de alto riesgo frente al coronavirus”, dice José Francisco Yuraszeck, Capellán del Hogar de Cristo.
Estas nanopartículas eliminan el 99,9% de los agentes patógenos que pueda haber en el ambiente y disminuyen la dispersión de las cargas bacterianas y virales en las superficies logrando un efecto protector que se prolonga hasta por dos semanas.
Conocidos como PADAM, ayudan a 2.335 adultos mayores. La instrucción es aumentar los contactos diarios para conocer el estado de la persona vía remota, pero restringir totalmente las visitas, salvo en casos de emergencia.
"Estamos trabajando con contacto remoto, que puede ser contacto telefónico directo con la persona, su familia o vecinos, estamos realizando trabajo en terreno con los elementos de protección para el personal en casos complejos por ejemplo personas que han requerido de médicos o medicamentos" explica la directora técnica nacional del Hogar de Cristo.
Los dispositivos ambulatorios también restringen al máximo las actividades grupales y la asistencia es remota. El Hogar de Cristo dispone la línea telefónica 800104777 donde se pueden hacer consultas y obtener información sobre los programas en esta pandemia y el Plan Invierno.
Todo el esfuerzo que hace esta institución se financia con donaciones de socios y empresas. El COVID-19 los obligó a adaptar todos sus servicios, lo que ha significado gastos extraordinarios no contemplados en su presupuesto original. Calculan que podrían tener un déficit de unos $3 mil millones de aquí a junio, por lo que más que nunca requieren la ayuda de la comunidad para seguir trabajando.