El documento a cargo del ACNUDH concluyó que el país asiático pudo cometer crímenes contra la humanidad hacia los uigures y otras minorías. Sin embargo, desde Cancillería aseguraron que el texto "viola su deber (...) y está lleno de falacias".
"El informe elaborado por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) viola su deber (...) y está lleno de falacias", declaró este jueves el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.
El portavoz de la Cancillería afirmó que el texto presentado el miércoles no es sino un “invento convertido en herramienta política” por parte de Estados Unidos y los países occidentales, y agregó que se debe acabar con las “malas prácticas” y los “dobles raseros” a la hora de politizar los derechos humanos.
Con estas afirmaciones el gobierno del gigante asiático respondió al documento de la ACNUDH, publicado el día en que terminaba su mandato al frente de esta agencia Michelle Bachelet.
Bachelet realizó en mayo pasado una visita a Xinjiang para intentar conocer la situación de esa región ante las reiteradas denuncias de abusos contra las minorías musulmanas.
El texto de su informe concluye que el país asiático pudo cometer crímenes contra la humanidad hacia los uigures y otras minorías étnicas musulmanas, al aplicar políticas que han implicado detenciones arbitrarias masivas y otros graves abusos en su contra.
Según estimaciones de la ONU, en Xinjiang ha llegado a haber hasta un millón de detenidos.
El informe fue facilitado a la prensa acreditada ante Naciones Unidas cuando quedaban pocos minutos para que en Ginebra acabara la última jornada oficial de Bachelet como alta comisionada de Derechos Humanos.
La ex mandataria chilena reconoció en su última rueda de prensa al frente del ACNUDH, la semana pasada, que algunos países le habían pedido que el documento no se publicara.
Por su parte, la misión de China ante las Naciones Unidas en Ginebra criticó poco después de que el informe saliera a la luz que el documento estuviera "basado en desinformación y mentiras fabricadas por fuerzas antichinas".
La publicación, según señaló la misión diplomática en un comunicado, "distorsiona las leyes y políticas de China, calumnia sin motivo e interfiere en asuntos internos".
Estas revelaciones no son las únicas que recientemente denuncian la situación de los uigures en la región.
En mayo de este año se publicaron unos documentos, producto de una filtración, sobre la vida en el interior de los campos de reeducación construidos en Xinjiang desde 2017, donde estarían o habrían estado recluidos cientos de miles de personas de etnia uigur o de otras minorías musulmanas.