La temperatura de los océanos rompió récords. El nivel medio global del mar aumentó 3,7 milímetros respecto al año anterior. Según las proyecciones de la Organización Meteorológica Mundial, las concentraciones de gases de efecto invernadero seguirán subiendo.
Todo mal. Para qué eufemismos, si en este tema debemos ser directos. En materia medioambiental, al menos a nivel promedio y global, vamos de mal en peor. Así lo demuestra la declaración del la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre el estado del clima en 2018, en el cual destaca el “aumento del nivel del mar, así como las temperaturas excepcionalmente altas a niveles terrestre y oceánico durante los últimos cuatro años. Se espera que esta tendencia, presente desde principios del siglo 21, continúe”.
Según el reporte, “los niveles de dióxido de carbono, que estaban en 357.0 partes por millón en 1994, han llegado a 405.5 partes por millón en 2017. Para 2018 y 2019, se espera que las concentraciones de gases de efecto invernadero sigan aumentando”, enfatiza.
La OMM anticipa que en los próximos meses “las temperaturas de la superficie del mar estén por sobre la media, en parte debido a una fuerza débil de El Niño en el Pacífico. Eso produciría una temperatura de la Tierra por encima de lo normal, particularmente en las latitudes tropicales”.
Antes del detalle con las estadísticas más contundentes emitidas en este reporte, los conmino a enmarcarlas dentro de los “desastres sociales” relacionados al calentamiento global. Les solicito (si me lo permiten) no hablar más de “desastres naturales”, por que la naturaleza sólo está respondiendo, en algunos casos, a sus variaciones propias, como en otros, a los estímulos forzados por la mano invasiva del hombre, el famoso efecto Antropoceno. Gracias.
En 2018, los eventos extremos afectaron a cerca de 62 millones de personas en el mundo. De ellas, 35 millones fueron impactadas por las inundaciones. Hubo 14 desastres sociales avaluados en más de mil millones de dólares, sólo en Estados Unidos. Más de mil 600 muertes se asociaron a las intensas olas de calor e incendios forestales en Europa, Japón y Estados Unidos.
Según Naciones Unidas, existe un “aumento continuo del hambre en el mundo, después de un descenso prolongado”, cifras provocadas por los eventos extremos que han afectado a la agricultura mundial. En 2017 la cifra de personas desnutridas alcanzó 821 millones, principalmente, debido a las sequías.
De las 17,7 millones de personas desplazadas, según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 2 millones debieron dejar sus hogares producto de eventos como sequías, tormentas e inundaciones.
En 2018 se registraron nuevos récords en la temperatura de los océanos superando los alcanzados el año anterior. El nivel del mar sigue aumentando a un ritmo acelerado. El nivel medio global del mar creció en 3,7 milímetros durante 2018 comparado con 2017, el más alto de la historia.