Phonchanok Srisunaklua, una influencer tailandesa, confesó haber comprado los murciélagos en Laos, misma región donde se hallaron los mamíferos infectados con el pariente más cercano al Sars-Cov-2. La mujer fue detenida por violar la Ley de Protección y Conservación de la Vida Silvestre.
Un insólito hecho ocurrió esta semana en Tailandia, cuando una influencer fue arrestada luego de grabarse comiendo una sopa de murciélago.
Esto provocó indignación en algunos internautas a causa de los riesgos asociados a posibles nuevos virus que puedan contagiarse hacia los humanos y que son derivados de estas conductas alimenticias.
En el video se puede ver a Phonchanok Srisunaklua, influencer que dirige un canal de Youtube llamado Gin Zap Bep Nua Nua, o Come picante y delicioso en español, devorando una turbia sopa.
Flotando en el líquido café junto a los tomates cherry, hay varios murciélagos amarillos asiáticos menores, una especie protegida que la youtuber compró en un mercado cerca de la frontera con Laos, en el norte de Tailandia.
Según el medio británico The Telegraph, en esa misma región, investigadores han encontrado murciélagos infectados con el pariente más cercano al Sars-Cov-2, virus que desencadenó la pandemia de COVID-19 y que, solo en Chile, se estima que ha provocado la muerte de cerca de 70 mil personas.
El mismo periódico informó que esos investigadores han estimado que hasta 400 mil personas en el sureste de Asia y el sur de China se infectan anualmente con coronavirus transportados por murciélagos, mientras que los mamíferos voladores podrían transportar hasta 10 mil patógenos capaces de infectar a los humanos.
Y aunque no se ha precisado el momento en que el COVID-19 saltó a los humanos, los expertos dicen que es casi seguro que se originó en los murciélagos.
El año pasado, los científicos se concentraron en el pariente conocido más cercano del virus en las cuevas de murciélagos en Laos, lugar donde la tailandesa aseguró haber comprado los murciélagos.
Phonchanok, quien se disculpó por la hazaña culinaria y dijo que no volverá a comerse a los mamíferos, fue arrestada por violar la Ley de Protección y Conservación de la Vida Silvestre.
Ahora se enfrenta a hasta cinco años de prisión o una multa de 500 mil baht (más de 12 millones de pesos chilenos).