Mónica Gómez no soporta los dolores que arrastra por una destructora neuralgia del trigémino. Ella junto a sus tres hijos y esposo, quien se dedica a la artesanía, luchan cada día por encontrar alguna solución que alivie sus malestares. Esta es parte de su historia.
Hace 11 años que Mónica Gómez sufre de un dolor insoportable en el cerebro y en el lado derecho de la mandíbula.
Con sus tres hijos y su esposo, Juan Alarcón, vive en la comuna de San Francisco de Mostazal, Región de O'Higgins, donde él se dedica de forma independiente a la artesanía y a las hierbas medicinales. “Soy muy conocido aquí en San Francisco de Mostazal como 'el yerbatero'. Todos me conocen como Juanito”, señaló Alarcón en conversación con CHV Noticias.
Pero el problema es una destructora neuralgia del trigémino que demuele el cuerpo de Mónica. Tanto así, que debe ir a la Clínica Dávila para someterse a una intervención cada año y medio.
“Es una enfermedad muy dolorosa, por la cual hay que salir de la casa corriendo hasta urgencia para que allá le coloquen medicamentos con el objetivo de calmar el dolor”, aseguró Alarcón.
Debido a una difícil situación económica que atraviesan, necesitan ayuda para costear los gastos médicos y las operaciones. “Pido a las autoridades, a empresarios y a todos para que puedan ayudarla. Es para que pueda tener una vida mejor, porque nosotros ya no tenemos recursos”, exclamó.
"Es complicado para nosotros. Tenemos calilla en el banco. Tengo que pagar 400 mil pesos mensuales durante tres años más (en total unos $14 millones) y la última operación salió alrededor de 4 millones", declaró, añadiendo que Mónica toma tres medicamentos orales al día que le sirven para aliviar el dolor y que en total cuestan $200 mil mensuales.
Según comentó, intentan reunir dinero realizando comidas a beneficio, sin embargo, la plata no les alcanza: "No hemos tenido ayuda de ninguna autoridad. Ni ayuda del Estado ni de la municipalidad. Dicen que esta es una de las comunas más ricas, pero cuando hay dolor de la gente, no se ve".
Según las estadísticas del Servicio de Neurocirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, la neuralgia del trigémino afecta aproximadamente a cuatro de cada 100 mil personas. Además, se presenta mayormente en personas que están por encima de los 50 años de edad.
El doctor Juan Eduardo Donoso, médico de la Clínica Andes Salud, explicó que este mal “afecta a un solo lado de la cara y habitualmente se manifiesta como dolor, no solo maxilar, sino por debajo del ojo o la mandíbula, y puede estar acompañado de espasmos y tics”.
Estos ataques de dolor pueden provocarse por cosas simples: comer, sonreír y tomar líquidos fríos o calientes.
Los tratamientos farmacológicos, como explicó el doctor, habitualmente son con ciertos antiepilépticos que funcionan muy bien.
“En realidad, son efectivos en más del 75% de los casos, por tanto, es una enfermedad que nosotros la podemos tratar y controlar con bastante facilidad en la mayoría de los pacientes, lo cual es muy bueno”, indicó.
Sin embargo, las personas que no responden al tratamiento oral podrían someterse a otros procedimientos.
“Por ejemplo, con el gamma knife se puede tratar a algunos pacientes que son refractarios a otras terapias. También, con algunos procedimientos de cirugía vascular que pueden servir en algunas personas, y ellos obviamente son pacientes más complejos”, sostuvo el doctor Donoso.
Sobre las causas de esta enfermedad, el especialista explicó que “no están del todo clara y hay controversia en relación a qué puede causar la neuralgia del trigémino. En las personas que se han dedicado al estudio para tratar de encontrar la causa, el 85% aproximadamente no tenía ninguna reconocible”.
En tanto, en el 15% del restante de pacientes lo que ocurre es que el nervio se afecta por alguna malformación vascular. En ese sentido, el doctor sostuvo que hay una compresión por parte de los vasos sanguíneos sobre el nervio.
“Eso no necesariamente quiere decir que sean malformaciones -así como malas- sino que puede ser una variante anatómica, lo que va hacer un vaso sanguíneo que esté muy en contacto con el nervio que lo afecte finalmente”, manifestó.
Finalmente, Donoso subrayó que “no existe ninguna manera de prevenir ni predecir la enfermedad”.
Debido a la complicada situación que atraviesan como familia, Juan pide cualquier ayuda que les sea de utilidad para poder costear el tratamiento de Mónica.
Si quieres apoyar a la familia, puedes contactarlos o transferirles dinero a la siguiente cuenta: