“Alegre y empática, siempre positiva”. Así la recuerda una de sus amigas en la comunidad de Villa José Miguel Carrera. Los vecinos le dedicaron palabras en un emotivo homenaje a Miriam Valdebenito, de 59 años, quien en su partida deja a su esposo, hijos y hermano con los que vivía.
Lillian Morral es una de las habitantes de la Villa José Miguel Carrera, ubicada en el paradero 22 ½ de Av. La Florida. Ella, con pesar, se despidió de Miriam Valdebenito, una abnegada vecina que destacó por su solidaridad y esfuerzo apoyando a su gente, pero que este fin de semana pasado murió a causa del COVID-19.
“Como persona muy sociable y solidaria, siempre ayudando en todo. Estaba en el grupo que hacía canastas solidarias para los vecinos necesitados. Alegre y empática, siempre positiva”, comentó Lillian, quien lamenta su partida.
Fue así que ella, junto a otros vecinos, se reunió en un improvisado pero emotivo homenaje, mientras estuvo de paso la carroza fúnebre de la mujer.
“Sólo pudimos pedirle al chofer que se desviará un poco hacia el sector de la villa para que la pudiesen ver los vecinos”, explicó Rodrigo Valdebenito (37), uno de los hijos de Miriam.
En ese momento, la despidieron con aplausos, agradeciendo su compromiso con la comunidad. Con su venta de ensaladas a domicilio, se las arreglaba para juntar dinero y tener para los suyos, pero también para personas que apenas conocía.
Lee también: Sin agua y sin comida: La seca pandemia de los niños del campamento Nueva Hermandad de Batuco“Como repartíamos a domicilio, desde hace poco más de dos meses, fuimos descubriendo la realidad de varios vecinos afectados por la pandemia, muchos de ellos sin trabajo”, señaló Rodrigo, quien ayudaba a su madre en este pequeño emprendimiento que armaron desde que se inició la cuarentena más estricta en nuestro país.
Al ir conociendo caso a caso, Miriam no lo pensó dos veces: había que ayudarlos, a los que más lo necesitaban. De esta manera, organizó colaboraciones voluntarias de quienes podían dar, y así empezó a repartir canastas familiares en distintos lugares de la villa. La gente le agradecía y reconocía su esfuerzo, su gestión sin pedir nada a cambio.
Lamentablemente, en alguno de los traslados y debido a lo expuesto de su actividad, se contagió con coronavirus a fines de junio. Presentó los síntomas y fue derivada al Hospital Militar, gracias a un montepío del cual era beneficiaria.
Pese a los cuidados, no se pudo recuperar. Los últimos días de julio presentó síntomas cada vez más severos, falleciendo el 26 de este mes.
Con su muerte, Miriam deja a su esposo Adrián Valdebenito, a sus hijos Rodrigo y Eric y a su hermano Iván Valdebenito. Todos ellos vivían bajo el mismo techo, y les aumentó la familia desde que Rodrigo volvió a vivir con sus padres debido a problemas propios de la pandemia, algo que le postergó proyectos laborales que tenía en ese momento.
En total, se trataba de un núcleo familiar de ocho personas viviendo en la misma propiedad. Al momento de enfermarse su madre, Rodrigo afirmó que nadie se comunicó con ellos por temas relacionados con la trazabilidad. “Cuando ingresó al hospital, ningún funcionario acudió ni nos llamó para hacer seguimiento de los familiares con contacto directo”, sostuvo su hijo.
Lee también: Con la pensión no le alcanza: Abuelita de 91 años vende calcetines y gorros de lana para subsistir“Sólo apareció gente durante la cuarta semana en la que mi madre estaba enferma, poco antes de que falleciera”, indicó Rodrigo sobre una trabajadora de un Cesfam de La Florida, quien fue enviada por la Seremi de Salud, pero luego de casi un mes de conocerse su contagio.
“Tomamos cuarentena por voluntad propia y fuimos rigurosos porque manteníamos la esperanza de que nuestra mamá se recuperaría. Teníamos que estar libre de virus por ella, para cuando volviera”, dijo el hijo de Miriam.
Sus familiares tampoco quedaron conformes con el análisis inicial proporcionado por la compañía Help!, donde le diagnosticaron bronquitis crónica y no consideraron que se podía tratar de un posible caso de COVID-19. “Al ser errada la evaluación, no la pudieron derivar de urgencias para hacerle de forma más oportuna el examen de PCR. Nos pareció una negligencia”, criticó finalmente Rodrigo Valdebenito.
Con estos antecedentes, la familia de Miriam buscará una explicación por parte de la empresa de asistencia médica, a través de una carta, la que, al momento de la edición de esta nota, fue enviada a sus oficinas. Con ello, esperan obtener respuestas y no descartan tomar otras medidas por la vía legal.