Los
bomberos y diferentes voluntarios en medio de los
incendios forestales son una parte vital para
combatir la emergencia. Sin embargo, lo que a muchas personas se les olvida es que ellos, al igual que los afectados,
tienen hogares y familias de los que también preocuparse.
En ese sentido,
CHV Noticias conoció la historia de la primera comandante de Bomberos de Lumaco,
Carolina Ghisellini, quien fue una de las tantas que debió
enfrentarse al fuego mientras este ponía en riesgo su propia casa.
"Es una decisión que no se la doy a nadie... todavía tengo el peso de que se quemaron casas porque nosotros no pudimos dar respuesta, pero no es porque no hayamos querido, sino porque
nos vimos sobrepasados", comentó.
En esa línea, contó que
"yo tengo un bebé de 5 meses, tengo que dejarlo encargado, anda de voluntario en voluntario... una pequeña de 4 años, un hijo de 10".
Con ellos, Carolina no ha podido compartir desde que iniciaron los incendios en la zona centro sur de Chile.
"Ese día de la emergencia
yo tenía que estar pendiente de su control y también de mis hijos, de mi familia, de mi casa... internamente uno también tiene miedos y pensaba en mi casa, que se podía quemar", reflexionó.