Aplaudió a los hinchas y fue duro contra la dirigencia. El ídolo azul regresó vistiendo la camiseta de Everton tras su abrupta salida y, en su retorno a Ñuñoa, fue figura en la igualdad sin goles justo cuando el equipo de Caputto necesitaba ganar para alcanzar a la UC en la cima del campeonato.
Universidad de Chile y Everton dieron inicio a la séptima fecha del Campeonato Nacional e igualaron sin goles. El encuentro estuvo marcado por el regreso de Johnny Herrera al Nacional tras su abrupta salida de los azules.
El ídolo universitario un amistoso reencuentro con sus ex compañeros y la barra le dedicó cánticos, que Herrera retribuyó con saludos.
El arquero fue figura, tuvo varias intervenciones, pero la más clara fue a los 8' cuando evitó la apertura de la cuenta tras un potente remate de Camilo Moya. Herrera voló y mandó el balón al tiro de esquina.
Lee también: "Sería muy beneficioso": Presidente de la Conmebol dice que Messi "merece" ganar la Copa AméricaEn el complemento las más claras fueron a favor de los viñamarinos. Marco Sebastián Pol batió a Fernando de Paul a los 66', pero su tanto fue anulado por Francisco Gilabert. El atacante estaba claramente en posición adelantada.
El equipo de Hernán Caputto desperdició una gran oportunidad, ya que si ganaba, alcanzaba a Universidad Católica en la cima del torneo.
A su salida tras los 90 minutos, el golero recibió un homenaje de parte de la hinchada de su ex equipo en la galería sur del Nacional.
Mensajes como "Johnny querido" y lienzos del "samurai" se dejaron ver entre el grupo de emocionados hinchas al ver a uno de sus ídolos acercándose como en tantos triunfos en el pasado.
Incluso se puso una camiseta de la U tras despedirse de los fanáticos.
En conversación con CDF post partido, Herrera fue claro frente a la consulta por la ausencia de un reconocimiento oficial de parte del club.
"Esto es lo que vale. Lo otro, en buen chileno, es paja molida la verdad. Aparte era muy cara de raja si se quisiera hacer un homenaje con todo lo que ustedes saben", dijo.
Además, reconoció que él era el designado para patear un eventual penal. "Lo tenía que patear por obligación, por experiencia, por momentos difíciles... hay que asumir, no es porque uno quiera y lo estuve pensando todo el partido. Realmente no sé si lo hubiera podido hacer".
"Realmente uno se saca el sombrero por esta gente que es la que realmente se saca la cresta por venir al estadio y muchas veces los excluyen. Para mí ellos son los verdaderos dueños de este club, no la gente que está arriba y que, por tener dos pesos más, cree poder hacer y deshacer", enfatizó.
Dolido por el trato de la dirigencia en su partida, Herrera reconoce que no volvería a la U ni como jugador ni como técnico.
"No podría trabajar con gente que ha echado gente que lleva 20, 30 años en el club, que estuvieron 6 meses en la época de Corfuch sin recibir un sueldo y siempre lo hicieron con una pasión increíble... yo no transo esas cosas (...) con esta gente, con las medidas que están tomando ahora, yo jamás podría trabajar con ellos", aseguró.