Para pasar el rato, Mónica, la participante más longeva de Gran Hermano Chile, decidió tejer una nariz de lana con el objetivo de obsequiársela a Ariel, quien es payaso. Así, se las ingenió y confeccionó su regalo, sorprendiendo al resto de sus compañeros, como el caso de Fran, quien incluso la alentó a tejer tangas para los hombres.