Los jugadores de Gran Hermano Chile participaron de una dinámica donde debían romper una fotografía de un compañero y la imagen que resultara ganadora, al ser la única que quedó, disfrutaría de un contacto con un familiar. El premio fue para Waldo, quien se emocionó y también sacó lágrimas a sus compañeros al afirmar que anhelaba hablar con su mamá, quien padece un tumor cerebral.