El jugador acudió al confesionario para desahogarse con Gran Hermano y contarle la verdad detrás de su malestar. Más allá de las peleas, la falta de "sentirse deseado" es lo que lo tiene desanimado.
Íñigo sorprendió a Gran Hermano tras presentar su renuncia al reality por múltiples motivos, entre ellos, su molestia con algunos compañeros y la falta de interés hacia él, románticamente hablando.
"No aguanto más estar aquí con la dinámica que hay, con las personas que hay, cómo me puedo desenvolver según el ambiente... no aguanto más", partió diciendo el jugador en una íntima conversación en el confesionario.
Continuando con sus argumentos, el ex futbolista advirtió que tiene ganas de ir al estadio a ver a Everton y salir con sus amigos.
Esto mismo lo mantiene "desanimado, no tengo ganas de hacer ni una hue... y ya no tengo ganas ni de pelear", lanzó.
Pero ahondando en sus razones, decidió confesar algo que lo hace sentir peor.
"No hay ninguna mujer que pueda hacer algo. Más que estar con alguien es sentirme deseado por alguien, por último que me miren, que cuando me pongo bonito me digan que me veo fachero", explicó
"Yo venía aquí a involucrarme sentimentalmente. No venía a pelear, a que me caiga la gente mal, yo venía a hacer feliz a alguien y a hacer reír. No vine a pelear con la Michelle", cerró Íñigo.
Por su parte, Gran Hermano agradeció la honestidad y le dio un plazo de 24 horas para que pensara en su renuncia.
La decisión se Íñigo se dará a conocer la noche de este martes, a partir de 22:30 horas, por las pantallas de Chilevisión.