El humorista y ex Club de la Comedia triunfó en la edición del 2020 del evento, sin embargo, tuvo una tibia y hasta por momentos compleja presentación en 2016 debido a un criticado chiste.
El martes 25 de febrero Pedro Ruminot se subirá por tercera vez en su carrera al escenario de la Quinta Vergara para presentarse una vez más en el Festival de Viña del Mar.
El humorista y ex Club de la Comedia triunfó en la edición del 2020, donde obtuvo las Gaviotas de Plata y Oro. Además, se dio el lujo de compartir con su ídolo al subir al escenario a Marcelo Barticciotto.
Sin embargo, cuatro años antes, el oriundo de Maipú tuvo una tibia y hasta por momentos compleja presentación, debido a un criticado chiste que no le cayó nada bien al "monstruo".
El debut de Ruminot en el prestigioso evento tuvo de todo, desde aplausos, risas y hasta pifias. Antes de subir al escenario, el humorista sabía que tendría un público difícil, ya que debía presentarse tras Lionel Richie, el número anglo era de los más esperados de aquella edición.
Ruminot tuvo un buen inicio de show, donde comenzó burlándose de sí mismo y haciendo chistes de su relación con la comediante Alison Mandel, de su piel morena, de los "cuicos" y hasta de los políticos.
Sin embargo, hubo un antes y un después en su presentación y que molestó mucho al público. Fue un chiste religioso donde se burlo de Jesús y sus apóstoles al tildarlos de pandilleros, que hacían grandes fiestas llenas de vinos y prostitutas, con María Magdalena como una de ellas.
Esto no quedó ahí, ya que luego se refirió a José, criticando su poco reconocimiento como padrastro de Jesús y aplaudió que el carpintero creyera la historia sobre el milagroso embarazo de María.
Tras esto cayeron las primeras pifias de la noche y el show siguió con altos y bajos hasta que tras una hora de show ingresaron los animadores, Carolina de Moras y Rafael Araneda, quienes le entregaron la Gaviota de Plata, donde el comendiante confesó su nerviosismo al señalar que estaba casi tiritando.
Luego Ruminot siguió con el show, pero sus chistes no hicieron reír, sino todo lo contrario al despertar aún más al "monstruo", donde cada vez caían más pifias. Debido a esto, el humorista se despidió abruptamente del escenario y dio por terminado el espectáculo.
"Me puse nervioso, me compliqué... Mi rutina estaba planificada para terminar ahí, decir buenas noches, pero seguí porque me engolosiné", aseguró en conferencia Ruminot, quien terminó con sentimientos encontrados por polémico chiste tras su primera vez en la Quinta Vergara.