Mientras todos en la casa degustaban un delicioso asado que preparó Viviana Acevedo en Gran Hermano, Francisco Arenas y Bambino se encargaban de la limpieza como consecuencia de un castigo que recibieron en el temido teléfono rojo. Sin embargo, tras cumplir con sus labores y ser aislados de la comida grupal, ambos finalmente pudieron sentarse a la mesa. En eso, Pancho aprovechó el momento para desclasificar una anécdota que vivió en uno de sus eventos cuando estuvo fuera del encierro: "Gritaban después 'Cony al 3331', ese cuento", contó a Altamirano.