Han pasado más de cuatro años desde que la
PDI logró la
detención de Carlos Aracena, o más conocido como "violador de aplicaciones", después de que lo encontraran dentro de su vivienda en
Renca. Este sujeto
se hacía pasar por conductor de aplicaciones, para intimidar con armas de fuego a las mujeres que necesitaban el traslado en vehículo, robar sus pertenencias y, en algunos casos,
abusar sexualmente de ellas. Después de la investigación se encontró evidencia suficiente para acreditar su participación en varios delitos. Por estos hechos,
lo condenaron a cadena perpetua, estará más de 60 años en prisión.