Alertas y sistemas de evacuación que contemplan incluso salidas por el lago son parte de las medidas a las que obliga la oscilante actividad del Volcán Villarrica, que se ha mantenido durante un año en constantes alertas amarillas o naranjas con perímetros de exclusión que han alcanzado los 8 kilómetros a la redonda. Sumado a ello, las estaciones de monitoreo han detectado más de 300 temblores en un día, por lo que el macizo está siendo vigilado constantemente por expertos. En la zona viven más de 200 mil personas. ¿Cómo enfrentaríamos una emergencia de ese tipo? El reportaje con Josefina Eckholt.