Nació sin una de sus manos y siempre creyó que era cosa del destino, pero de adulto descubrió la realidad. Un fármaco autorizado por el Estado para mujeres embarazadas, ingerido por su madre durante la gestación era la verdadera causa. En el capítulo de hoy de Marcas: huellas que cambian vidas, conoceremos la historia de César Rodríguez, quién transformó esa malformación congénita en una bandera de lucha. Agradecimientos a la Sección Periódicos y Microformatos de la Biblioteca Nacional.