La incorporación masiva de mujeres como choferes del
transporte público capitalino ha dejado en evidencia las diversas
precariedades laborales que ellas han debido enfrentar.
Si bien el Transantiago desapareció en 2019 y hoy opera bajo el nombre RED, pese a las mejoras, todavía persisten
problemas ligados a las condiciones de trabajo de sus conductoras y conductores.
Francisca, por ejemplo, es conductora de transporte público desde hace cuatro años y a diario enfrenta
problemas de acceso a algo tan básico como un baño, teniendo que recorrer un tramo de
40 kilómetros con 59 paradas para hacer sus necesidades.
Cada vuelta tarda cerca de 3 horas en total.
Por situaciones como estas es que
orinar en la calle se convierte en la única alternativa y también en una cruda realidad. Misma donde, en ocasiones, son sus propios colegas quienes deben taparlas y resguardarlas para proteger su privacidad.
En la actualidad,
1.444 mujeres son conductoras en el transporte público. La cifra aumentó un 51% en comparación a julio del 2022, teniendo un peak histórico en esta labor.
Sin embargo, las dirigentas de transporte han manifestado su malestar por las situaciones mencionadas al
Ministerio de la Mujer. El reportaje es de la periodista Alejandra González.