Desde 2013 hasta 2017, vivir en algunos sectores de la capital fue para algunos una pesadilla. Una docena de condominios, edificios y autoridades denunciaron al Metro de Santiago por ruidos en la construcción de las líneas 3 y 6, y que no los dejaba descansar. Una vez construida la Línea 6 que une a Providencia con Cerrillos, las molestias continuaron porque el tren no pasaba desapercibido durante su tránsito. El municipio de La Reina denunció la situación, sumándose San Miguel y Providencia para apoyar a los vecinos. De esa manera, Metro fue sancionado con más de mil millones de pesos por las molestias provocadas por sus obras de construcción.