Los denominados "captadores de lentes" se han transformado en todo un problema para los locatarios establecidos e incluso han sido denunciados como mafias. Están ubicados en una arteria principal del centro de Santiago y se encargan de seducir a posibles clientes que necesiten examen oftalmológico y anteojos. Sin embargo, los productos que venden podrían poner en riesgo la salud del comprador. Los detalles, a continuación.