Intranquilidad existe en los más de 4.600 pacientes oncológicos del Auge con diagnósticos y tratamientos postergados, todo debido a la pandemia. “Es muy difícil ver cómo tu papá se deteriora en tan poco tiempo”, señaló con angustia Nilda Sáez, cuyo padre es uno de los tantos enfermos que espera por atención. “Las cirugías selectivas están todas suspendidas”, aseguró la mujer, además de los aplazamientos constantes de horas médicas. El riesgo de mortalidad sin ser tratados crece hasta en un 30%, lo que complica aún más el panorama. La lista de espera se ha estancado y a eso se sumó otro obstáculo: la demora en la legislación para el cáncer. “Aún no se han liberado los $60 mil millones que gestionamos con la ley para financiar tratamientos que no están cubiertos ni en la ley Ricarte Soto ni en las Garantías Explícitas en Salud (GES)”, advirtió la senadora Carolina Goic, quien fue una de las impulsoras de la Ley Nacional del Cáncer.