Juzgado Civil de Santiago condenó al Hospital San Borja Arriarán a pagar una indemnización de 50 millones de pesos a una paciente que perdió la visión de su ojo derecho tras ser operada por un desprendimiento de retina. El Tribunal calificó esta intervención médica como negligente, debido a que se hizo uso de un insumo en mal estado, pese a haberse advertido que no se debía utilizar en pabellón. "Me dice (el doctor) que 'no hay solución y que no se explica porqué no resultó la operación' y me da la noticia de que no voy a volver a ver por ese ojo", señaló María Luisa Gamboa, quien demandó al centro hospitalario.