Viajaban por una semana a Europa, les pagaban pasajes, estadía y hasta viáticos. Jóvenes chilenos, estudiantes, profesionales y trabajadores. Parecía ser un trabajo soñado, pero estaba lejos de serlo. Es que su labor era transportar droga oculta en envases de leche y saborizantes, la que era vendida en millonarias sumas y distribuida por todo el Viejo Continente. ¿Cómo los descubrieron? Por reveladores audios a través de WhatsApp. Escúchalos acá.