Viajeros denuncian que han estado esperando hasta cinco horas en el aeropuerto para cumplir con las medidas de las autoridades, mientras que otros acusan que han debido pagar hasta $600 mil por acudir a un recinto a cumplir su cuarentena y sin la opción de acceder a los servicios de alimentación.
Piero Gneco llegó a Chile a las 6 de la mañana el pasado sábado 7 de agosto después de haber estado tres meses en Estados Unidos cuidando a su madre y abuela. Lo que pensó que sería un regreso tranquilo, significó una verdadera odisea, encontrándose con filas para salir del avión, para mostrar los papeles sanitarios y para realizar los testeos. En total estuvo más de cinco horas en el aeropuerto, acusando que tampoco se cumplía con el distanciamiento social. Ex autoridades concuerdan que los protocolos adoptados podrían incluso provocar más contagios. Así lo afirmó el ex ministro de Salud Jaime Mañalich en Radio Futuro, manifestando que "se está construyendo en el aeropuerto un brote epidémico por variante delta". Los problemas de Piero continuaron en el hotel de tránsito, recinto donde aseguró que no le dieron sus comidas. Misma situación que denunció Hernán Loyola, debiendo desembolsar $600 mil por acudir a un hotel con un servicio que tampoco incluía comidas; o al igual que Mauro Vázquez, quien llegó desde Bélgica para visitar a su padre con cáncer terminal. Según contó, su idea era hacer la cuarentena en su casa y para ello solicitó la homologación de sus vacunas contra el COVID-19, sin embargo, recién este martes podría estar lista. Los denunciantes apuntan a un eventual interés económico por estas medidas.