La gente que vive en el sector dice estar cansada de la delincuencia asociada al comercio sexual y aseguran que disputas territoriales por los clientes terminan en riñas a altas horas de la madrugada.
"Yo lo platiné cuando fui concejal, pero el barrio rojo es como el vertedero, el relleno sanitario le dicen ahora, nadie lo quiere, pero todos dicen que es necesario".
Esas fueron las palabras que entregó el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, a Radio Universo, donde fue consultado por la posibilidad de establecer un barrio rojo en la comuna.
Sobre este punto, sostiene que es partidario, pero no lo ve como algo factible debido a que nadie lo quiere cerca. "Usted es partidario de un barrio rojo, sí, pero dónde lo instalamos. Nadie lo quiere", comentó.
La postura del alcalde abrió de inmediato el debate, ello porque es un tema en particular sensible para la comunidad.
Lee también: “Es impresentable”: Separan de sus funciones a profesor acusado por niño con autismo de hacerle bullyingMarcela Muñoz trabaja hace diez años en un sector residencial del barrio Matta Sur en Santiago centro. Asegura que le gusta su barrio, pero dice que al caer la noche el comercio sexual callejero transforma negativamente estas calles, tal como ocurre en otros sectores de Santiago.
"Este siempre ha sido un barrio rojo, después de las nueve de la noche aquí no se puede andar" señaló.
Si bien reconoce que se intenta llevar una relación de sana convivencia con quienes ejercen el comercio sexual en la calle, sostiene que lo que más les perjudica como vecinos son las riñas nocturnas entre quienes se disputan clientes y territorio para trabajar.
"Yo creo que lo que a todos nos perjudica es el tema de las peleas, ese es el cuento", sostuvo Marcela, quien añade que es necesario aportar mayor seguridad a las calles porque a su parecer difícilmente se erradicará este tipo de comercio.
Te puede interesar: Vuelco en el Instituto Nacional: Revisión de votos muestra que ganó opción de ser mixtoPero esa no es la única mirada al respecto. María Elena Barreda también vive en el sector, su edificio está justo frente a una de las calles más utilizadas por las trabajadora sexuales durante la noche, donde dice se producen las peleas y hasta disparos que se escuchan durante la madrugada.
Es por lo anterior que cree que un barrio rojo podría ayudar a mejorar la seguridad. "Se podría ubicar no cerca de lugares habitacionales. Santiago es bastante grande", sostuvo.
Un tema polémico que abre el debate en la comunidad de vecinos que piden seguridad y tranquilidad en sus barrios y al interior del municipio, ya que si bien hay concejales que creen necesario reglamentar el comercio sexual, hay otros que definitivamente se resisten a tocar el tema.
El alcalde si bien descarta que exista un lugar en Santiago para ubicar un barrio exclusivo para el comercio sexual, se manifestó partidario a su creación, el problema enfatizó es que nadie lo quiere cerca.