En Chile este año la PDI ha recibido 34 denuncias por secuestro, en lo que va del 2022. De esos casos solo 9 han terminado siendo reales, un 25% menos que el 2021. Esto se explicaría por qué existen bandas en nuestro país que utilizan la información que suben familias de personas extraviadas y con esos datos extorsionan a estas víctimas, cobrándoles altas sumas de dinero por su liberación que nunca se concreta por tratarse de estafas encubiertas.