Julio, un hombre de 81 años que sufre de parálisis, extraña todos los días a su perrita Lisa. El hombre vivía en Buenos Aires, pero por motivos de salud, en octubre pasado decidió venirse a Chile junto a su familia. Sin embargo, la aerolínea no dejó viajar a su mascota, debido a que su raza está categorizada como peligrosa. Por esa razón, la perrita aún está en Argentina. Julio nunca pensó que su mascota no podría cruzar la frontera y como su esposa comenta, hoy "le nombran a Lisa y llora".