Una casona de Paine fue clave para desbaratar a esta organizada banda delictual que ingresaba al país cocaína líquida, que tenía un creativo sistema para trazar rutas de entrega de drogas y que cuando este negocio caía, comenzaban a robar autos en el sector oriente de Santiago.
En una casona de Paine se encontraron $4 millones en efectivo y otros elementos que dieron fin a una larga investigación desarrollada por el OS-9 de Carabineros. Un caso que se inició por microtráfico, que incluyó seguimientos y escuchas telefónicas, pero que terminó desbaratando una banda que ingresaba al país cocaína líquida, que tenía un creativo sistema para trazar rutas de entrega de drogas y que cuando este negocio caía, comenzaban a robar vehículos en el sector oriente de Santiago. Al llegar al domicilio investigado, los uniformados se percataron de la gran organización de esta banda, por lo que no se descarta que existan otras aristas a tratar. La venta y distribución de la droga se realizaba con la figura clave de esta casona en Paine que en su exterior tenía un letrero en la puerta anunciando la venta de comida. Dentro del domicilio, también tenían una pizarra con rutas de supuestos deliverys, pero que en realidad eran los puntos donde entregaban la droga. La caída del clan permitió la incautación de cocaína, marihuana, armas y municiones, así como la detención de cuatro personas. Tres de ellos quedaron en prisión preventiva.