Sebastián Maturana era estudiante de educación superior y fue asesinado brutalmente a balazos afuera de un gimnasio en Lo Espejo, justo cuando un gran número de testigos estaban presentes. Pese a ello, y aunque ha pasado más de un año del homicidio, los autores no han sido detenidos. La Fiscalía no tiene avances en la investigación, mientras que la familia asegura que han sido discriminados por ser habitantes de una de las llamadas zonas rojas de la Región Metropolitana. La siguiente historia en Señora Justicia.