10 años han pasado desde los primeros registros de motochorros robando en Chile, una modalidad delictual importada desde Argentina y que ha evolucionado desde el ladrón solitario a bandas de hasta 100 personas, cuyos robos luego sirven para financiar al crimen organizado como el Tren de Aragua. De acuerdo a información de Carabineros, Santiago, San Miguel, Ñuñoa y Providencia han sido las comunas más afectadas durante una década de robos efectuados por estos delincuentes en nuestro país.