Roberto Martínez, "el Tila", no solo era violador serial, también un brutal homicida, por lo que dos equipos de la PDI investigaban sus delitos, pero ignorando que se trataba del mismo delincuente. Ingresaba a departamentos en distintitos barrios de la capital, sorprendía a sus moradores y los agredía brutalmente. Se ahorcó al interior del Penal Colina 2 y murió en la impunidad. ¿Cómo lograron capturarlo? Lo vemos a continuación en este trabajo de CHV Noticias, pero antes advertimos que este reportaje puede afectar la sensibilidad de algunas personas, por lo que su contenido es para mayores de 18 años.