Engañaban a mujeres, entre ellas menores de edad, en Colombia y Venezuela diciéndoles que en Chile trabajarían como modelos. Sin embargo, una vez en nuestro país, las explotaban sexualmente en diversos sectores de la Región Metropolitana (RM). Según la fiscalía, esta agrupación tenía roles bien definidos y habrían más de cuarenta víctimas acreditadas.