Cerca de un tercio de las aves de Chile pasan por este humedal. En 2018, este espacio natural estaba invadido por la sequía, la que poco a poco iba reemplazando el agua y no solo se trataba del cambio climático, sino que también apuntaban a la intervención de terceros. Pero el panorama es diferente hoy en día, gracias a la intervención de la Fundación San Carlos de Maipo. Compraron 300 hectáreas del lugar a la Inmobiliaria Quilicura, y con un plan de trabajo junto a la ONG The Natural Conservancy, consiguieron revivir el humedal. Han establecido un cuidado y monitoreo permanente en la zona, con guarda parques, guardias de seguridad y un cerco de exclusión ecológico para evitar el paso de cazadores ilegales. Ahora hasta han encontrado especies como el sapito de 4 ojos, y el pato de alas azules, lo que claramente es un buen indicio. A eso se suma el hecho de que el Ministerio de Medioambiente decretó al conocido humedal, ubicado a 33 km de Santiago, como santuario de la naturaleza.