Para el 16 de marzo está fijada la formalización de los tres carabineros imputados por la golpiza que sufrió Mario Acuña el pasado 23 de octubre, cuando participaba de un cacerolazo. El obrero de 44 años hoy lucha por salir adelante, ya que quedó con daño neurológico irreversible. Por su parte, los funcionarios policiales, quienes se encuentran en servicio activo, coinciden en que cuando vieron a Mario lo ayudaron a levantarse y abandonaron el lugar. Sin embargo, un registro clave demostraría lo contrario. Tras la paliza, el hombre llegó por sus propios medios a su casa, antes que su cuerpo colapsara. Por varios veces estuvo al borde de la muerte, pero últimamente ha tenido algunos avances en la lenta recuperación que lo acompañará hasta el último día de su vida. "Él quiere justicia", dice Mariana San Martín, voluntaria que lo ayuda en su quehacer diario.