Dicen recibir cuentas a nombre de otras personas, incluso cobranzas en procesos judiciales. Además, denuncian que hay fiestas hasta la madrugada, delincuencia y disparos. Son vecinos de una villa en Maipú que viven al lado de una enorme toma. Desde el campamento se defienden planteando que sólo buscan convivir en paz mientras esperan soluciones habitacionales. "Desde que llegó el campamento, prácticamente ya dejamos de vivir tranquilos por las balaceras, el agua hedionda que corre por las calles de los vecinos, la bulla y la música", cuenta una residente del sector. Por otro lado Diego González, impulsor del proyecto Amar Migrar y habitante del campamento Vicente Reyes, asegura que "yo creo que sí se puede convivir en conjunto, y precisamente el trabajo que estamos realizando nosotros con la niñez es precisamente eso, generar una sociedad más integradora. A nadie le gusta vivir en contexto de campamento, yo creo que ese es el principal motivo de esta discusión".