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Luego del brutal homicidio del afroamericano George Floyd (46) durante una detención policial en Minneapolis el 25 de mayo, han surgido voces y proyectos que buscan una reforma estructural a las policías en Estados Unidos. Esto mientras se registra una masiva ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial en ese país y en varias partes del mundo.
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Las calles están exigiendo cambios e incluso el Partido Demócrata en el Congreso presentó este lunes un ambicioso proyecto que busca, entre otras cosas, revisar las maniobras de detención y facilitar las demandas contra aquellos uniformados que hieran o maten injustamente a ciudadanos estadounidenses.
El paquete de medidas denominado "Ley de Justicia en las Tácticas Policiales" prohibiría, por ejemplo, que los agentes agarren del cuello a personas detenidas.
"Yo creo que, en honor a Floyd, me parece que lo mínimo que se puede hacer es proscribir esa práctica del estrangulamiento. Pero el problema es mucho más grave. Acá hay que hacer una revisión de fondo del proceso penal que le da ventajas a los policías en el juicio y que hace difícil condenarlos", asegura el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
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Según Vivanco, hay que mejorar la transparencia, ya que es muy difícil para "un ciudadano común o para un periodista enterarse de la hoja de vida de un policía". Floyd, por ejemplo, tenía 18 quejas formales en su contra. El director para el continente de HRW cuenta, además, que en EE.UU. "la policía es entrenada para no cuestionar las maniobras que realizan, salvo que se trate de un superior jerárquico (...) Se protegen unos con otros, es parte de la cultura policial".
La directora de Espacio Público, Lucía Dammert, plantea que es necesario despolitizar los sindicatos que hay al interior de la policía al ser "un espacio de protección para aquellos uniformados más violentos".
Dammert agrega que, en caso de que un oficial sea destituido de una comisaría local, hay que prohibir que entre a la de otra ciudad, o a la de otro estado, una práctica que aún ocurre en la nación norteamericana.
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump -que buscará la reelección en noviembre- ha sido un férreo defensor de los cuerpos policiales y se ha jactado de ser el mandatario de la "ley y el orden". En este sentido, el republicano ha acusado a Joe Biden -su contendor demócrata en los comicios presidenciales- de "vaciar y a abandonar a la policía".
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"En noviembre creo que gana Biden con las cosas tal como están. Y sobre todo para el Partido Republicano las cosas se complican, porque no todos tienen la línea de Trump. Esto es importante porque incide más directamente en la policía. En muchas ciudades hay elecciones de alcalde y de gobernador. Ha habido un cambio cultural impensado hace algunos meses. Esto es un cambio de era en Estados Unidos", especula Baeza.
10/06/2020
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