Más de 20 vehículos fueron incautados en la denominada Operación Boomerang, tras una investigación liderada por la Fiscalía Centro Norte y el Ministerio Público. Se trata de una banda cuyo líder dirigía los delitos desde una cárcel en la Región Metropolitana, según informó Carabineros. Sus integrantes, por otro lado, comercializaban los automóviles robados con un GPS instalado en su interior con la finalidad de rastrearlos para luego, nuevamente, sustraerlos. Uno de los autos, inclusive, fue vendido hasta en tres ocasiones, de acuerdo a la policía. Dentro de las especies recuperadas, figuran varios modelos de alta gama.