Fue un proyecto artístico y arquitectónico que generó polémica en Chile. Decenas de hombres esperaban por horas para poder ver las actividades cotidianas de la actriz de 21 años que ahí vivía.
En la esquina de Moneda Con Bandera, hace 20 años, dos arquitectos instalaron una pequeña vivienda en lo que era uno de los pocos sitios eriazos que quedaban en el centro de Santiago. Pero tenía un pequeño detalle: la casa era de vidrio.
"Nosotros pensábamos que la reacción iba a ser mucho más de rechazo y lo que se produjo fue un efecto de voyerismo amplificado por la prensa. Y eso multiplicó la cantidad de gente que venía", recuerda Arturo Torres, arquitecto creador del proyecto Nautilus, casa transparente.
Más que rechazo, ese lunes 24 de enero del año 2000 la casa de vidrio amaneció repleta de santiaguinos que buscaban ver en directo la vida cotidiana de la por entonces desconocida actriz Daniella Tobar.
"Nos reíamos de tanto viejito que llegaba. Habían unos que venían del Monte y de Melipilla. Lo único que querían era ver a la niña desnuda", recuerda Iris, quien trabaja hace 30 años en el centro de Santiago.
Lee también: La carta de modelos contra Victoria's Secret en la que denuncian acoso sexual y presiones para posar desnudasEl proyecto contemplaba una duración de 1 mes, pero la actriz sólo pudo estar dos semanas en el lugar.
"Alguien le puso un palo de fósforo a la puerta. Nosotros veníamos llegando con el dispositivo de seguridad y no pudimos entrar. Ahí decidimos que la situación estaba demasiado caótica y le dijimos a Daniella que no volviera más a la casa", recuerda Torres.
Luego de eso, fue un actor el encargado de vivir en la casa de vidrio, pero no tuvo el mismo impacto.
Para la encargada audiovisual del Partido Alternativa Feminista, Magaly Meneses, el experimento permitió ver "cómo el sistema patriarcal imperante hace que muchos hombres se sientan con el derecho a disputarse el mirarla y, al mismo tiempo, a agredirla, por que es un doble estándar. Dicen: 'la quiero ver hasta el más mínimo detalle, pero al mismo tiempo la censuro, la golpeo', no me parece".
"En el 2000 éramos una sociedad con más historia de censura y con menos medios para satisfacer la curiosidad o el voyerismo, que es un comportamiento bastante universal", afirma Cristóbal Díaz, psicólogo de la Universidad de Chile.
Daniella Tobar hoy vive en Francia junto a su hijo y esposo. Ha declinado referirse nuevamente a su experiencia en la casa de vidrio. Un proyecto que quedó como un hito en la sociedad chilena.