La Municipalidad de Santiago y la Universidad de Chile realizaron un convenio de colaboración para fortalecer el Instituto Nacional en siete áreas clave y de forma transversal para todos los estamentos de la comunidad escolar: docentes, alumnos y funcionarios.
“El objetivo central es innovar y entregar herramientas para gestar un proceso formativo enriquecido que será un aporte para la educación pública que Chile requiere", adelantó el rector de la casa de estudios, Ennio Vivaldi.
En detalle, las áreas en las que se trabajará son Proyecto Educativo Institucional, Dimensión socioemocional o bienestar subjetivo, Dimensión pedagógica, Apoyo a la educación remota, Apoyo vocacional y habilidades del siglo XXI, Equidad de género y Extensión educativa.
Vivaldi también destacó que el convenio “representa una oportunidad" para las instituciones y para país, ya que el resultado "deberá constituirse en un referente para el fortalecimiento y la articulación entre niveles de la educación pública”.
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En tanto que el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, subrayó que “desde sus inicios el Instituto Nacional y la Universidad de Chile han estado unidas, por eso lo que estamos haciendo hoy día es firmar este convenio que busca retomar ese nexo, que tienen desde su génesis”.
Precisó además que se busca “fortalecer y dar continuidad a ese nexo histórico educacional" y "fortalecer finalmente a nuestro foco de luz de la nación a nuestro Instituto Nacional”.
Finalmente, la rectora del Instituto Nacional, Patricia Beltrán, sostuvo que "cada uno de los pilares contiene un profesor del colegio y uno espejo de la universidad, y junto con ellos hay personas de cada uno de los departamentos y estamentos del Instituto que van a trabajar colaborativamente”.
Áreas claves del convenio
En el área pedagógica, el primer objetivo es responder a la priorización curricular, debido a la pandemia, para lo que se debe presentar un plan para 2020-2021. En este punto, el objetivo es generar una reflexión común, con miras a revisar el proyecto educativo institucional e incorporar un modelo educativo que vaya más allá del resultado, que sea reflexivo, crítico y colaborativo.
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La dimensión socioemocional o bienestar subjetivo es otro punto a destacar. En esta instancia se busca trabajar con alumnos, profesores y equipo en general para fortalecer un mejor ambiente escolar. Para ellos, se propondrá un cronograma de trabajo, con objetivos, metodologías y estrategias a desarrollar en conjunto, en temas como la depresión y riesgo de suicidio en adolescentes.
Por último, en el área de apoyo a la educación remota se contempla que los docentes puedan acceder a infraestructura TI, herramientas y plataformas, así como a formación continua en el desarrollo de competencias en el uso de estas tecnologías para la enseñanza y la evaluación remota.
01/10/2020
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