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12/03/2025
07:57
Patricio Vega, conductor de 32 años y padre de dos hijos, fue una de las víctimas fatales del accidente ocurrido este martes en la Ruta 5 Norte. Segundos antes de la colisión, recibió el llamado telefónico de un amigo.
La madrugada de este martes se produjo un trágico accidente en la Ruta 5 Norte, en el sector de Morrillos, región de Coquimbo, que dejó al menos 6 fallecidos y 40 heridos. Una de las víctimas fatales fue Patricio Vega, conductor de uno de los buses colisionados.
El chofer de 32 años era padre de dos niños y siempre tuvo el sueño de manejar este tipo de máquinas. Hace apenas ocho meses fue ascendido para cumplir esta labor y "estaba feliz", contó su amigo Víctor Valencia en entrevista con LUN.
Valencia conoció al fallecido chofer a principios de 2014, cuando llegaron a trabajar como auxiliares en la empresa Cejer, y fue la última persona que lo llamó antes de su muerte.
"Llamé al Pato al celular. Me contó que la situación estaba controlada. Que había ayudado a bajar a las seis personas, que estaban bien, que había llegado otro bus (Pullman Bus) a ayudar y que se había colocado delante de su bus", indicó Valencia.
Según consignó el citado medio, Patricio Vega se estacionó delante de un bus volcado en el kilómetro 438 con la intención de ayudar a los ocupantes: Tres tripulantes y tres pasajeros, quienes eran trabajadores de una minera.
Vega se paró detrás del bus volcado, intentando sacar el equipaje. A eso de las 4:45 horas, recibió el llamado de su amigo Víctor.
Sin embargo, en cosa de segundos, dejó de escuchar a Patricio: "De repente me quedé hablando solo. Primero escuché un golpe y después todo quedó en silencio. Yo decía 'Pato, Pato, ¿me escuchas?', pero nadie respondía".
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En medio de la desesperación, llamó al conductor del bus volcado y "él me contó que había llegado otro bus a exceso de velocidad y que había atropellado al Pato. Que había quedado metido entre los dos buses y que él alcanzó a salvarse de milagro".
Con la voz entrecortada, el amigo del chofer de 32 años cuenta ese día había sido una jornada normal. La víctima salió del terminal de Salamanca a las 23:30 horas del lunes con destino a La Serena.
"Con el Pato estuvimos conversando un ratito. Estaba contento, con su sonrisa de siempre. Compró una bebida para el viaje y dijo que iba a dormir un rato, porque el turno lo empezó otro compañero. Le faltaba menos de una para llegar a su destino", describió.
