La mujer padece de distrofia muscular y envió una carta al mandatario para "tener la certeza de algo más que no sea una muerte lenta y dolorosa".
Este domingo, Susana Moreira, la mujer que envió una carta al presidente Boric solicitando la autorización para una muerte asistida, entregó detalles de la distrofia muscular que padece y la motivación para contactar al mandatario.
El jefe de Estado la mencionó durante su discurso en la Cuenta Pública de este sábado para anunciar que pondrá urgencia a la discusión de la Ley de Eutanasia y Cuidados Paleativos que se encuentra estancada en la Comisión de Salud del Senado desde hace dos años.
Moreira aclaró que ella sí recibió una respuesta por parte del Gobierno, tiempo después de haber enviado la misiva al presidente Gabriel Boric, sin embargo toma la mención en el discurso en la Cuenta Pública como "una respuesta más formal".
Respecto del contenido de la carta, Susana reveló a LUN: "Explica mi vida y lo que se siente vivir con la incertidumbre al tener una enfermedad degenerativa y progresiva, ya que es una enfermedad que empeora con el tiempo".
Al ser consultada sobre si su familia está de acuerdo, indicó: "Sí, mi familia está al tanto. Todos y cada uno de ellos apoyan mi decisión y entienden esta solicitud".
En esa misma línea, agregó: "Me emociona mucho que el presidente quiera apurar la ley, significa que estamos siendo escuchados. Sé que hay muchas familias luchando con enfermedades incurables de sus seres queridos y si mañana podemos elegir, será increíble para todos".
Además, Moreira explicó su motivación detrás de la solicitud de muerte asistida: "No se trata de querer morir, de hecho tengo una vida feliz, estoy casada y vivo un gran amor día a día".
"Para mí se trata de elegir cuando mi cuerpo ya no responda y así evitar vivir a través de máquinas, con oxígeno, traqueotomía y otras ayudas que serán indispensables en algún punto", explicó.
Asimismo, añadió: "Se trata de elegir, de tener la certeza de algo más que no sea una muerte lenta y dolorosa".
Finalmente, Susana se refirió a los parlamentarios que no están de acuerdo con el proyecto y empatizó con ellos: "Tienen una tarea difícil", señaló, pero se mostró esperanzada en torno a la posibilidad de que el proyecto se discuta.
"De muchas maneras la eutanasia suena como algo aterrador (...) Espero la empatía de quienes nos gobiernan", concluyó.