Rosa Sandoval, madre del joven, con mucho esfuerzo y sola se interna a diario por los espesos parajes de la región del Biobío con la esperanza de encontrar algún indicio de la desaparición.
José Luis Rivera lleva dos años desaparecido en la región del Biobío. El 13 de julio de 2022, a José Luis se le vio por las inmediaciones de la Universidad Santo Tomás de Los Ángeles, sin embargo, y por motivos que se desconcoen, el joven nunca entró al recinto y se dirigió al terminal de buses rural de la ciudad.
Ahí abordó un minibus con destino a la localidad de Huépil. Antes, compró en una farmacia sus medicamentos y luego una botella de whisky. José Luis había estado tres semanas hospitalizado por un cuadro de angustia y estaba diagnosticado con depresión endógena y transtorno bipolar.
Por esta razón, Rosa Sandoval, su madre, con mucho esfuerzo y sola se interna a diario por los espesos parajes de la región del Biobío con la esperanza de encontrar algún indicio de la desaparición de su hijo. Acusa que las autoridades dejaron de buscar luego de seis meses.
Sin embargo, y luego de que su caso se viralizara por su simbólica y admirable lucha por encontrar a su hijo, una familia de Huépil le entrega hospedaje. De esta forma, Rosa ha redoblado sus búsquedas por la compleja zona de bosques y esteros, informó el diario La Tribuna.
El citado medio indicó que en los últimos días la mujer tuvo la ayuda de tres personas. Dos de ellas son de Huépil y un tercero, especialista en búsquedas, quienes vieron por redes sociales su caso y decidieron acudir y colaborar en su desesperada causa.
No obstante, también se informó que Rosa sufrió una caída y debío volver a Los Ángeles, ya que la fatiga y el cansancio le pasaron la cuenta.
"Estoy esperando volver el fin de semana, sola. Mi hijo solo me tiene a mí para buscarlo. Nadie más puede hacerlo y él sabe que su ‘Rosi’ seguirá haciéndolo", declaró la madre a La Tribuna.