En el marco de la discusión por la gratuidad en las universidades que se inició en el Reino Unido, el periódico inglés entrevistó a Ennio Vivaldi para conocer el caso chileno. “Es un deber de la sociedad ayudar a estudiantes más pobres, pero es mucho más complejo de resolver que simplemente entregándoles vouchers para pagar un arancel”, afirmó.
La discusión por el financiamiento de la educación superior ha sido uno de los grandes temas de debate en Chile en los últimos años, y el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, se ha levantado como uno de los actores relevantes en este proceso. No obstante, nuestro país está lejos de ser el único dentro de esta polémica: en Reino Unido la disputa por los aranceles y los costos asociados a la educación está en el centro del debate político actual, y fue en este contexto en que Vivaldi fue invitado por periódico The Guardian, para conversar junto al vicecanciller de la Universidad de Northampton, Nick Petford.
Las dificultades que implica resolver este sistema, con el fin de permitir un mayor y mejor acceso a los planteles de carácter público, fueron parte del análisis de Vivaldi y Petford.
En el artículo del medio británico, Vivaldi indicó que la educación estatal fue destruida en la dictadura de Augusto Pinochet, y que revertir las inequidades en el sistema tomará mucho más tiempo y esfuerzo, porque “es un deber de la sociedad ayudar a estudiantes más pobres, pero es mucho más complejo de resolver que simplemente entregándoles vouchers para pagar un arancel”.
Uno de los puntos clave, en los que hay que avanzar, señala el Vivaldi, es en la eliminación de la lógica de competencia, que a ojos del rector de Casa de Bello “es una idea muy primitiva de selección natural y competencia. No creo que la rivalidad sea el motor que haga mejores a las universidades. Puedo probar que nos hemos beneficiado mucho más cuando hemos colaborado que cuando hemos competido”.
Lee también: Presitigoso ránking sitúa a la U. de Chile entre las 7 mejores de LatinoaméricaPese a que la discusión pública se lleva al terreno de los costos de aranceles y más, el Rector Vivaldi puso el acento en que “deberíamos estar hablando justamente del valor que tiene una universidad, algo completamente opuesto a lo que usualmente se habla, que es del costo, del precio. La idea de saber el costo de todo y el valor de nada es muy pertinente en esta discusión”.
¿Por qué la situación chilena es tan pertinente a la del Reino Unido? Esto es porque en la última elección los Laboristas pusieron en sus propuestas un equivalente a lo que en Chile se conoce como la gratuidad, y por ello es que planteles más nuevos como la Universidad de Northampton podrían verse afectados, al financiarse más con aranceles que con otros fondos. Por lo mismo, junto a Vivaldi, el vicecanciller de esa institución indicó que es vital que se generen instancias de apoyo gubernamental a las universidades, dado que bajar o eliminar aranceles podría cortar proyectos relevantes, sean estos estatales o privados.
Para el caso chileno, el Vivaldi indicó que “por mucho tiempo se dio la lógica de que todos podían poner el valor que quisieran a lo que se imparte, y muchas facultades han hecho lo que han podido por sobrevivir”, pero resulta frustrante que haya tantas limitaciones para los planteles estatales. “Es absurdo que una universidad pública sea limitada de generar más cupos en la Escuela de Medicina para formar a los especialistas que el sistema de salud necesita y que no se pueda porque no tenemos chance de incrementar la cantidad de vacantes”, agregó el Rector de la U. de Chile.
Lee también: Universidades estatales exigen al Mineduc cumplir sus compromisos y oficializar el Consejo CoordinadorAlgo particularmente crítico es que en Chile el 85% de los estudiantes asiste a planteles privados, pese a que la cantidad de postulantes a los cupos estatales es mucho mayor a las vacantes que hay en el sistema, por lo que “se fuerza a los estudiantes que no tienen espacio en los planteles estatales a ingresar a privados”, aseguró Vivaldi.
“Pensar en una carrera universitaria como si fuera un hombre de 50 años comprando un departamento para arrendarlo y así ganar plata es absolutamente criminal. No podemos pensar en un chico o chica de 18 años como si fuera alguien que está haciendo una inversión para sacar dividendos posteriormente”, complementa Vivaldi, quien reitera que, pese a que la Universidad de Chile no cubre todos sus costos con lo que entrega la gratuidad, igualmente tiene una especial preocupación por acompañar a los estudiantes, mucho más allá del mero pago de un arancel, para hacer de la inclusión en la vida universitaria una experiencia completa.