Un menor de ocho años falleció instantáneamente luego de caer desde el piso 22 de un edificio ubicado en el centro de Santiago. El conserje del lugar fue quien se dio cuenta de la tragedia al notar un bulto que estaba en frente de él. Los padres del niño se encontraban compartiendo con otras personas en la azotea del edificio cuando recibieron el llamado del conserje que les dejó saber que su hijo había caído. El edificio no cuenta con medidas de protección en los balcones ni en las ventanas, lo que habría facilitado la caída del niño.