Arturo Aguirre fue acusado por cinco ex funcionarias del municipio, quienes aseguran haber sido víctimas de tocaciones sin consentimiento, relaciones bajo la amenaza de perder el trabajo y otras actitudes de parte del candidato a la reelección. "Siempre estaré del lado de las víctimas", dijo la carta presidencial.
La candidata presidencial Paula Narváez pidió al Partido Socialista que expulse al alcalde de Cerrillos, Arturo Aguirre, quien fue denunciado por abuso sexual y violación.
La ex ministra de Michelle Bachelet indicó que condena todo acto de violencia, acoso y abuso sexual y aseguró que "siempre estaré del lado de las víctimas".
"No podemos seguir permitiendo que las mujeres sigan soportando este tipo de vejaciones. Espero que las víctimas obtengan la justicia y la reparación que requieren", señaló.
Lee también: Boric tras promulgar su candidatura presidencial: "No tenía sentido seguir esperando"Las acusaciones contra el militante del PS y candidato a la reelección provienen de cinco ex funcionarias del municipio de Cerrillos. Entre ellas, se encuentra una de sus ex parejas.
De acuerdo a un reportaje publicado por Ciper Chile, las denunciantes afirman haber sido víctimas de tocaciones sin consentimiento, relaciones sexuales bajo la amenaza de perder el trabajo, besos forzados y constantes llamadas fuera del horario laboral.
Todas entregaron sus testimonios a la Policía de Investigaciones (PDI), que ya se encuentra investigando los antecedentes del caso. En la misma situación está el Tribunal Supremo del Partido Socialista, que de acuerdo a Narváez, "tomará las decisiones que correspondan en coherencia con haberse declarado un partido feminista".
Lee también: El discurso completo de Yasna Provoste al asumir la presidencia del SenadoPor su parte, el abogado del alcalde Aguirre conversó con Ciper y acusó una "maniobra política" planeada por el director de Obras de la municipalidad, Sergio Castillo (PS), quien fue citado por la PDI para declarar como testigo.
Sin embargo, un informe policial determinó que las denuncias son "concordantes" y darían cuenta de un patrón conductual común del jefe comunal, quien sería, según los relatos de las víctimas y testigos, un acosador sexual.